Naturaleza y Objetivos de toda investigación

Naturaleza y objetivos.
Ante la pregunta «¿Cuál es el objetivo de construir un proyecto de investigación, en el que quede claramente definido el proceso y el diseño que llevaremos adelante?». Como señala Borsotti, el objetivo es demostrar la importancia, pertinencia, utilidad y factibilidad de su ejecución. Con la aplicación del proceso de investigación científica se generan nuevos conocimientos, los cuáles a su vez producen nuevas ideas e interrogantes para investigar, y es así cómo avanzan la ciencia y la tecnología.

Es importante destacar que las etapas de un proceso o los componentes de un proyecto de investigación no se delinean de una vez y para siempre, aunque por cuestiones analíticas haya que presentarlos secuencialmente. La práctica nos enseña que investigar es una tarea casi «artesanal» en la que es preciso unir el pensamiento riguroso con la imaginación. Lo normal es que haya que reformular continuamente los distintos componentes para que el proyecto logre la coherencia necesaria. El carácter dinámico de la investigación no permite concebir al proceso como teniendo un principio y fin definitivos, sino mas bien como un trabajo continuo, de idas y venidas.

Toda investigación se origina en una idea, un problema o situación problemática, pero como las situaciones problemáticas son diversas y de diversa índole, no existe un esquema único para formular los proyectos sobre los cuales el investigador se propone realizar una investigación empírica sobre ellas.

Existe una gran variedad de fuentes que pueden generar ideas de investigación, entre los cuáles podemos mencionar las experiencias individuales, la lectura de libros, revistas, periódicos. Teorías ya desarrolladas, descubrimientos productos de investigaciones, conversaciones personales, observaciones de hechos, creencias e incluso presentimientos también son fuentes de ideas.

La mayoría de las ideas iniciales son vagas y requieren analizarse cuidadosamente para que sean transformadas en planteamientos más precisos y estructurados. En este momento estamos en la definición del área temática, que implica la selección de un campo de trabajo, de la especialidad o problemática donde nos situamos. Para nombrar algunas de ellas: las relaciones entre las sociedades objeto de estudio y los Ejércitos, el problema del reclutamiento en los Ejércitos en los años 90 en las mismas sociedades, el influjo de las corrientes nacionalistas en la profesionalización de los Ejércitos, etc.

La formulación del problema es el hecho más importante en la tarea del investigador porque implica una serie de decisiones previas de la mayor importancia, que generalmente se realizan de manera implícita y no siempre de manera realmente consciente por parte de aquel. En ausencia de un problema, no hay verdadera búsqueda de conocimientos, no hay creación, aunque puedan hacerse valiosos aportes pedagógicos o prácticos: si no hay algo de algún modo desconocido, o mal conocido, no hay en verdad, auténtica necesidad de investigar, de obtener nuevo conocimiento. De esta manera, «Plantear o formular el problema no es sino afinar y estructurar mas formalmente la idea de la investigación.»

Las razones para efectuar las preguntas a la realidad, desde una particular visión de la sociedad, pueden ser de diversa índole:
– intelectuales: por el simple deseo de saber o conocer,

– prácticas o políticas: esto significa saber para actuar; conocer un proceso o situación para mantenerlo o para cambiarlo.

Conviene advertir que los problemas de conocimiento no deben confundirse con los problemas de la vida práctica, aunque ambos puedan estar estrechamente ligados. Por ejemplo, no es un problema de investigación reducir el número de reclutas, pero en cambio si lo es responder a la pregunta: ¿Cuáles son las causas que provocan la negativa a realizar el Servicio Militar en las Regiones Autónomas objeto de la investigación?. Basándose en la respuesta podrá resolverse el problema práctico.

En primer término corresponde entonces, describir la situación problemática. De esta descripción debe desprenderse que es necesario o conveniente producir nuevo conocimiento sobre ella. Es importante señalar que un problema de conocimiento se plantea o presenta cuando alcanzamos a precisar que es lo que NO sabemos dentro de un área temática determinada, cuando establecemos una especie de frontera entre lo conocido y lo no conocido, y nos decidimos a indagar sobre esto último.

La descripción de la situación incluye las proposiciones que surgen de la observación de la situación, de las lecturas de referencia, de las obtenidas en el proceso de familiarización con ellas a través de entrevistas, de las noticias que aparezcan en los medios, etc.

La pregunta que hacemos ante la realidad, desde nuestro paradigma particular, va a determinar toda o buena parte de nuestra investigación. Este es el momento eminentemente valorativo del proceso de investigación en el que entran en juego todos los elementos del paradigma del investigador. La respuesta de este interrogante básico se podrá obtener sólo después de haber hecha la investigación. Dicho de otro modo, «el objetivo fundamental de la investigación es resolver precisamente dicho problema de conocimiento (encontrar la respuesta) y su éxito deberá medirse entonces antes que nada- por la claridad, pertinencia y precisión de dicha respuesta».

Esta pregunta debe ser precisada y acotada, es decir que la misma debe ser siempre acotada en el tiempo y en el espacio. Un problema correctamente planteado, temporal y espacialmente, está parcialmente resuelto, a mayor exactitud corresponden más posibilidades de obtener una solución satisfactoria. El problema debe historizarse, concretizarse, particularizarse, especificarse. Es lo que debe aparecer como dimensión temporal, que según Borsotti no es el tiempo que llevará realizar la investigación, sino el tiempo propio del objeto de estudio. Según éste autor puede ser:

– transversal o sincrónico, en este caso hay que construirlo de tal manera de incorporarle su especificidad histórica, ó

– longitudinal o diacrónico, es decir tiene una duración prolongada en el tiempo (meses, años, etc), como es el caso que nos ocupa.

Una vez que tenemos la realidad transformada en problema, es decir que tenemos ya formulada la pregunta o preguntas cuyas respuestas serán buscadas en la investigación, mencionadas anteriormente, podemos descubrir el objeto de la investigación y su naturaleza que en este caso será política.
0.2.- Nivel epistemológico de la investigación.
La presente concepción metodológica resalta que la investigación no es reductible a una secuencia de operaciones, de procedimientos necesarios e inmutables, de normas rígidamente codificadas, que convierte a la metodología en una tecnología, en un recetario de «cómo hacer» investigación con base en una visión «burocrática» de proyecto el cual, fijado en el inicio de la investigación, es convertido en una verdadera camisa de fuerza que transforma el proceso de investigación en un ritual de operaciones rutinarias.
Quiero resaltar que un punto central de esa concepción de investigación es la noción de modelo que ella implica. Su postulado es la autonomía relativa de la metodología, esto es, un dominio específico de saber y de hacer y el consecuente trabajo metodológico reflexivo y creativo.
¿Pero por qué construir un modelo metodológico para la investigación de sociológica y de las ciencias de la comunicación? Como recuerda Granger (1960), la tarea de la ciencia es la construcción de modelos que objetiven la experiencia, aunque su realización sea siempre aproximativa, toda vez que el trabajo científico se asienta sobre una inadecuación, una tensión siempre presente entre el pensamiento formal y la experiencia humana que pretende conceptualizar. Tal vez sea en la presencia misma de esa tensión entre el discurso científico y el real que se asienta el ideal de comprensión de la ciencia. El modelo metodológico que presento articula el campo de la investigación en niveles y fases metodológicas que se interpenetran dialécticamente, de lo que resulta una concepción simultáneamente topológica y cronológica de investigación. La visión es la de un modelo metodológico que opera en red. El eje paradigmático o vertical es constituido por cuatro niveles o
instancias: epistemológica, teórica, metódica y técnica; el eje sintagmático y horizontal es organizado en cuatro fases: definición del objeto, observación, descripción e interpretación. Cada fase es atravesada por cada uno de los niveles y cada nivel opera en función de cada una de las fases. Además de eso, los niveles mantienen relaciones entre sí y esas fases también se remiten mutuamente, en movimientos verticales de ascenso y descenso, (inducción/deducción, grados de abstracción/concreción) y de movimientos horizontales, de vaivén, de progresión y de retroceso (construir el objeto, observarlo, analizarlo, retomándolo de diferentes maneras).
Ese modelo metodológico pretende ser crítico y operativo al mismo tiempo. En ciencia, todo modelo es una representación o un simulacro construido que permite representar un conjunto de fenómenos y que es capaz de servir de objeto de orientación (Greimas y Courtés). En ese caso, es construido conscientemente con fines de descripción, explicación y de aplicación concreta. Esta aplicación viene siendo probada hace por lo menos diez años usos en proyectos de investigación en Comunicación en cursos de grado, aunque su aplicación se ha dado fundamentalmente en los de posgrado.
Ese uso también se ha dado como modelo de lectura metodológica o de construcción metodológica de investigaciones. Como se nota, el modelo incide no en la superficie del discurso, sino en el nivel de su estructura, donde se dan las operaciones de construcción del discurso científico. Y la piedra de toque es que ese discurso es hecho de opciones y decisiones que implican la responsabilidad intransferible del autor por el montaje de una estrategia metodológica de su investigación, lo que impone que las opciones sean tomadas con conciencia y explicitadas en cuanto tales: una opción específica para una particular investigación en ejecución.
Construir metodológicamente una investigación es operar, practicar sus niveles y sus fases. Por tanto en el modelo, cada nivel y cada fase se realizan a través de operaciones metodológicas.
0.1.1.- Ausencia de reflexión epistemológica
El nivel epistemológico de la investigación es el espacio donde se decide el ajuste entre el sujeto y el objeto de conocimiento. Es dado por el ejercicio permanente de la vigilancia, de la crítica y de la reflexión sobre todos los actos de la investigación. El concepto de epistemología adoptado aquí es marcadamente bachelardiano (Bachelard, 1949, 1972, 1974).
La operación de ruptura epistemológica es de fundamental importancia, pues marca la conciencia de la distancia entre el objeto real y el objeto de ciencia. Aunque sin entrar en la espinosa cuestión de la relación entre la ciencia y el conocimiento común y el tratamiento dado al sentido común en las investigaciones empíricas, o sea, bien se trate sólo de una o más rupturas (Sousa Santos) o de la necesidad de zambullirse en el «saber local» (Geertz, 1997), a pesar de toda la polémica epistemológica, creo que, sobre todo, es preciso criticar la «ciencia espontánea» parafraseando a Bourdieu (1995). La predisposición de tomar, como datos, objetos preconstruidos por la lengua común, es un obstáculo epistemológico ampliamente notado en las investigaciones de comunicación. De ahí el efecto de obviedad que se tiene frente a muchas investigaciones de comunicación. La reflexión epistemológica alerta sobre la ilusión de transparencia de lo real, fija el plano de la ciencia como plano conceptual (que exige el trabajo de y con los conceptos) y, principalmente, revela que el objeto no se deja aprehender fácilmente, toda vez que es regido por una complejidad que se torna opaca y exige operaciones intelectuales propiamente teóricas para su explicación.
Otra operación de carácter epistemológico es la construcción del objeto científico. El objeto es un sistema de relaciones expresamente construido. Es construido a lo largo de un proceso de objetivación que se da a través de la elección, del recorte y estructuración de los hechos hasta los procedimientos de recolección de los datos. La objetivación es el conjunto de los métodos y de las técnicas que elaboran el objeto de conocimiento al cual se refiere la investigación. Tenemos ahí la base epistemológica de elaboración de la problemática de la investigación. Es la problemática de la investigación, o en términos más precisos, el objeto teórico, el que permite someter a una interrogación sistemática los aspectos de la realidad puestos en relación por un conjunto de cuestiones teóricas y prácticas, que le son colocadas. Las respuestas anticipadas a esas cuestiones integran la fase de elaboración de las hipótesis que deben estar presas conceptualmente a la problemática. Toda vez que los aspectos o hechos de la realidad no son datos, estos, cuando son obtenidos a través de las técnicas de investigación, ya implican supuestos teóricos.

Teniente Coronel de Infantería.

Doctor por la Universidad de Salamanca

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1 comentario

  1. Excelente información, gracias por compartir su aporte. Milagro Yustiz Venezuela

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