Rusia, en busca de ayuda China. ¿Cuánto comercio tiene Rusia con China?

La crisis entre Rusia y Ucrania que ha encendido las alarmas en las cancillerías de toda Europa, ante el temor de un conflicto armado en este continente, tiene un significado muy distinto para China que, según algunos analistas, puede resultar indirectamente favorecida con estas tensiones.

Pekín tiene buenas relaciones tanto con Moscú como con Kiev y ha sido firme al hacer llamamientos a las partes a mantener la calma y «abandonar la mentalidad de la Guerra Fría».

Sin embargo, al mismo tiempo, ha respaldado las «legítimas preocupaciones de seguridad» de Rusia y le ha dado un valioso apoyo retórico al suscribir un comunicado conjunto en el que «se oponen a que prosiga la ampliación de la OTAN».

Esta declaración fue emitida luego de una reunión entre los mandatarios Xi Jinping y Vladimir Putin, ocurrida el pasado 4 de febrero.

Ese encuentro tenía una carga simbólica adicional pues era la primera vez que el mandatario chino se reunía de forma presencial con el líder de otro país desde el inicio de la pandemia de covid-19.

El comercio entre China y Rusia ha crecido aceleradamente.

Alcanzó un nuevo máximo de casi US$147.000 millones el año 2020, casi un 36% más que el año anterior, y representó alrededor del 18% del comercio total de Rusia en 2021.

Durante la visita del presidente Putin a China el mes pasado, los dos países anunciaron que aumentarán su comercio a US$250.000 millones para 2024, además de firmar acuerdos comerciales a largo plazo, especialmente en el sector energético.

Y esta semana, el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, insistió en que los lazos entre ambos países siguen siendo «sólidos como una roca».

«No importa cuán precaria y desafiante sea la situación internacional, China y Rusia mantendrán un enfoque estratégico», apuntó.

China es actualmente el mercado más grande para las exportaciones rusas, como petróleo, gas, carbón y productos agrícolas.Y está claro que Rusia ha comenzado a exportar mucho más a China en los últimos años.

Sin embargo, la Unión Europea, como bloque, es de lejos el mayor socio comercial de Rusia. En 2021, el comercio total entre ambos tuvo un valor casi el doble que el comercio de China con Rusia.

Pero con la guerra, la relación entre el gigante asiático y Europa podría dar un giro.

«Es inevitable que el comercio entre la Unión Europea y China disminuya a la luz de las sanciones», le dijo a la BBC la economista especializada en comercio internacional y directora ejecutiva de la consultora Coriolis Technologies, Rebecca Harding.

«La crisis actual acaba de agudizar el enfoque dentro de la Unión Europea sobre la necesidad de diversificar el suministro».

Los negocios de gas y petróleo

La economía de Rusia depende en gran medida de la exportación de petróleo y gas; el año pasado, Rusia fue el segundo mayor proveedor de petróleo y el tercer mayor de gas de China.

«Las exportaciones rusas de petróleo y gas a China han aumentado a un ritmo de más del 9% anual durante los últimos cinco años. Este es un crecimiento rápido, pero aun así, China es la mitad del tamaño del mercado de la Unión Europea para el petróleo ruso», explicó Harding.

En relación al petróleo, los últimos datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE) muestran que el año pasado, China representó solo el 20% de las exportaciones de Rusia. Entonces, si bien es un comprador importante, las exportaciones rusas de crudo están más diversificadas.

En el caso del carbón, China es el mayor comprador de carbón de Rusia. De hecho, los dos países firmaron un nuevo acuerdo por un valor de más de US$20.000 millones, una semana antes del inicio del conflicto.

A partir de la invasión de Ucrania-Crimea, que marcó una de las peores crisis entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría, la alianza comercial entre ambos países comenzó a desarrollarse a pasos agigantados.

En aquella época llegaron a un acuerdo para construir el gasoducto “Power of Siberia 1”, financiado por Pekín, con el objetivo de exportar el gas ruso a China. “Putin entendió que su futuro estaba en Asia”, apunta.

Y hace poco firmaron un acuerdo para extender el negocio a través de la construcción del gasoducto “Power of Siberia 2”, que cuando entre en operaciones, permitirá hacer la conexión entre los gasoductos rusos que van a Europa y el de China.

Además de la seguridad energética que busca China al aliarse con Rusia, agrega, también busca la seguridad militar porque “son cosas complementarias”, argumenta la analista.

Por ejemplo, el desarrollo militar de China está más centrado en misiles de corto alcance, mientras que Rusia ha puesto el foco en los misiles de largo alcance.

Desde esa perspectiva, dice García-Herrero, los negocios armamentísticos también estarán sobre la mesa.

¿Puede China salvar económicamente a Rusia?

«China le va a dar todo el aire que pueda a Rusia porque le interesa que no salga derrotada, pero otra cosa es la cantidad de aire que le pueda dar», le dice a BBC Mundo Juan Carlos Martínez, profesor de Economía en la universidad IE Business School, España.

China le puede comprar más petróleo a Rusia, agrega, pero es mucho más difícil que le compre gas, en la medida que la mayor parte de las exportaciones se hacen a través de gasoductos que van hacia Europa.

«China puede aliviar a la economía rusa pero no le va a salvar», apunta.

Por otro lado, los suministros que pueden correr a través de un nuevo gasoducto recientemente acordado entre Rusia y China (Power of Siberia 2) tendrían solo una quinta parte de la capacidad del gasoducto Nord Stream 2, cuya entrada en operaciones fue bloqueada por Alemania cuando comenzó el conflicto bélico.

Sin embargo, a más largo plazo es posible que China aumente las importaciones de gas ruso para intentar reducir su fuerte dependencia del carbón.

Alimentos y sistemas de pago

En el sector de los alimentos, Rusia es el exportador de trigo más grande del mundo.

China solía restringir importaciones provenientes de ciertas áreas de Rusia debido a preocupaciones sanitarias. Sin embargo, el mismo día que comenzó la guerra, las autoridades aduaneras de China anunciaron el levantamiento de todas las restricciones sobre el trigo y la cebada rusos.

Intentando disminuir la dependencia del sistema financiero occidental, en los últimos años, ambos países han trabajado en desarrollar sus propios sistemas de pago alternativos al SWIFT y reducir el uso del dólar.

Rusia ha estado desarrollando su Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros (STFM), mientras que China cuenta con el Sistema de Pagos Interbancarios Transfronterizos (CIPS), los cuales operan en sus propias monedas.

Pero en 2021, solo un banco chino se había unido a STFM ruso, mientras que, por el otro lado, algunos bancos rusos e instituciones financieras globales se han conectado parcialmente al sistema chino.

Y un estudio publicado por el Centro Carnegie de Moscú sostiene que estos sistemas de pago locales «no son una alternativa a SWIFT».

El plan de desarrollar un sistema de pagos alternativo que le permita operar con mayor autonomía del sistema financiero global, es una aspiración que Pekín tiene desde hace años, pero éste aún tiene un desarrollo muy incipiente, dicen expertos, lo que significa que aún faltan muchos años antes de que logre funcionar como una opción paralela.

Por ahora, solo alrededor del 17% del comercio entre Rusia y China utiliza el yuan chino, según informes de prensa que citan estadísticas oficiales rusas.

Los medios estatales chinos han retratado la crisis en Ucrania como un nuevo ejemplo de las fallas de Occidente y han presentado a Estados Unidos y a la OTAN como unos poderosos que se niegan a respetar el derecho soberano de otros países, como China y Rusia, de defender su territorio.

«Creo que su objetivo ha sido debilitar el poder blando de Estados Unidos, manchar la credibilidad y el atractivo de las instituciones liberales y desacreditar a los medios abiertos», dijo Jessica Brandt, directora de política del Brookings Institution, en una entrevista con la BBC.

Adicionalmente, la visita de Putin a Xi en el marco de la inauguración de las Olimpiadas de Invierno de Pekín también ayudó para reducir el impacto del boicot diplomático que algunos gobiernos occidentales aplicaron en contra de esos Juegos.

En la declaración conjunta tras esa reunión, ambos países dijeron estar «gravemente preocupados» por el acuerdo de seguridad Aukus, suscrito por Australia, Estados Unidos y Reino Unido con el objetivo de «defender» sus intereses en la región Indo-Pacífico (una zona vital para China).

Además, Rusia expresó su apoyo por la política de «una China», que contempla a Taiwán como una provincia rebelde que eventualmente seré reintegrada al resto del país.

Desde una perspectiva geopolítica, es «una distracción favorable».

«Desde una perspectiva geopolítica, es bueno para Pekín que Estados Unidos, Europa y Rusia se centren en una crisis lejos de las fronteras de China y no se centren en los problemas que tienen con respecto a China, lo que le da a Pekín más manos libres para lidiar con sus preocupaciones en su propia región», dice Chris Miller, profesor de la escuela Fletcher de Relaciones Internacionales de la Universidad de Tufts, a BBC Mundo.

«Entonces, desde esa perspectiva, que el foco esté en la crisis de Rusia y Ucrania es algo bueno para Pekín pues ciertamente desvía la atención de Estados Unidos y de las potencias europeas clave de la región del Indo-Pacífico», agrega.

Estos son frutos tempranos que ya Pekín ha recolectado durante la crisis entre Rusia y Ucrania.

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