La moral del “agarrao”

 El maridaje enfermizo entre la iglesia vasca y el nacionalismo sabiniano del PNV, que se da en Cataluña también como consecuencia de la aparición de su nacionalismo cultural a finales del XIX y XX, fruto de la derrota del carlismo, se hace posible, en Vascongadas, en primer lugar por el interés material común de mantener el control sobre la Euskadi rural, la extensa red clientelar de“parrokio-kavernas” que constituyen, de un lado, un vivero de votos para el nacionalismo y, de otro, de vocaciones para la iglesia. Pero al mismo tiempo, en él confluyen los aspectos más reaccionarios de la moral retrógrada y cavernícola que unos y otros comparten. El ejemplo más palmario de esto lo constituye la posición que ambos mantienen a finales del XIX ante la extensión en Vascongadas del “bailar al uso maketo, como es el hacerlo abrazado asquerosamente a su pareja”.

 “Al norte de Marruecos hay un pueblo cuyos bailes peculiares son indecentes hasta la fetidez (…) al norte de este segundo pueblo hay otro cuyas danzas nacionales son honestas y decorosas hasta la perfección”.“El baile ¡agarrao! hay que rechazarlo con firmeza porque esta prohibido por Jaungoikua”.“(…) es necesario que a la faz de Euskadi y del mundo hagamos saber nuestro odio y aborrecimiento a ese baile inmundo, aprobando y haciendo público el siguiente artículo: Todo socio de este Batzoki, del que se tenga noticia de haber bailado el agarrao, será expulsado de la sociedad”. Los alcaldes nacionalistas de Zamudio, Ajanguiz y Arrankudiaga al publicar bandos prohibiendo“el asqueroso baile que llaman agarrao”, no hacen más que seguir la estela del misionero jesuita que en 1897 se flagela públicamente en la plaza mayor de Bergara en reparación del“enorme pecado” de que en las fiestas se haya bailado el“agarrao”. Si el roce y el contacto de la“raza euskariana” con la española era para Sabino Arana la peor de las desgracias, el roce y el contacto de los sexos que propicia el“agarrao” es el camino sin retorno a la condenación del infierno. Si las razas deben permanecer separadas para mantenerse puras, tanto más necesario resulta que las personas de distinto sexo eviten el roce para mantener“la honestidad y el decoro” de la raza euskalduna.

En el baile popular a lo «suelto» en aquellos años, los aires de fandango, arin arin y la bilbiriketa se consideraban morales, no así el baile «agarrao», que salvo la jota, ejecutaban diversos ritmos de la época a los que se conceptuaba ocasión de inmoralidad y que algunas jóvenes no lo practicaban.


Txistulari de Salvatierra

 La simbiosis entre las posiciones ideológicas cavernícolas de Sabino Arana y la Iglesia es total en todos los ámbitos. Así, de la mujer afirma Arana que“es vana, superficial, es egoísta, tiene en sumo grado todas las debilidades propias de la naturaleza humana”. Frente al avance del progreso, de la modernidad hacia la que se encamina el mundo a finales del siglos de siglo XIX afirma que:“La generalidad de los hombres debe leer muy poco, porque es muy poco aquello para cuya perfecta comprensión posee principios y luces la mayoría de los hijos de Adán. Muchas de las aberraciones que se deploran en la sociedad humana, no reconocen otra causa que el excesivo afán que hay por leer toda clase de escritos”.

 Represión, oscurantismo, ignorancia… los ingredientes básicos que se necesitan para mantener en el miedo y el atraso a quienes se quiere dominar en nombre de una raza, una única y un Dios, que en los tiempos que corren y, a partir de los años 60 del pasado siglo, con la aparición de ETA, se intoxicó aún más con la aceptación de la ideología marxista-leninista.

Enrique Area Sacristán.

Teniente Coronel de Infantería.

Doctor por la Universidad de Salamanca

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1 comentario

  1. Contra el feo vicio de pedir, existe la noble virtud de no dar…

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