¿Qué son los crímenes internacionales? (III)Los crímenes de Guerra.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó hace unos días a su homólogo ruso, Vladimir Putin como un criminal de guerra por la devastadora invasión que está teniendo lugar en Ucrania por parte de las tropas vecinas. Pero, ¿qué son los crímenes de guerra?

Se considera crimen de guerra toda violación de la Convención de Ginebra de agosto de 1949, que surgió con el objetivo de proteger a las personas durante episodios bélicos. Esta convención, a su vez, regula el Derecho Internacional Humanitario (DIH); violaciones graves del derecho internacional humanitario, es decir, de los convenios, normas y usos aplicables a los conflictos armados internacionales o internos, que implican una responsabilidad penal internacional.

Esta definición se encuentra en el Artículo 8 del Estatuto de Roma, por el que se crea la Corte Penal Internacional (CPI) en 1998, motivada por una petición a la ONU aunque no sea parte orgánica de las Naciones Unidas. Es por ello por lo que la fiscalía de este tribunal se encuentra investigando lo que está ocurriendo en la guerra de Ucrania.

La CPI empezó a trabajar en 2002 con la ratificación de los países miembros, entre los que no se encuentran ni Rusia, ni Ucrania. Es cierto que este último acepta la jurisdicción del tribunal, aunque no pertenezca a él.

No obstante, la Corte Penal Internacional no solo juzga los crímenes de guerra, sino que también juzga a aquellos que estén acusados de genocidio, de crímenes de lesa humanidad o de agresión.

En cuanto al origen del concepto de crimen de guerra, el Estatuto del Tribunal de Nuremberg los definió como una “violación de los usos y costumbres de la guerra”, que podía consistir en asesinatos, malos tratos, deportación y trabajos forzados a civiles y prisioneros, ejecución de rehenes y destrucciones no debidas a razones militares. Posteriormente, este tipo de crimen se recogió también en los Estatutos de los tribunales penales internacionales ad hoc para ruanda y ex yugoslavia, así como en el Estatuto de la corte penal internacional.

Sin ánimo de ser exhaustivos, entre los crímenes de guerra figuran los siguientes: los atentados graves contra las personas y los bienes, en especial el homicidio intencional, la tortura, los tratos inhumanos, incluidos los experimentos biológicos, y el hecho de infligir deliberadamente grandes sufrimientos; la destrucción o la apropiación de bienes; la obligación de prestar servicio en fuerzas enemigas; la denegación de un juicio justo; la deportación o traslado ilegales; el confinamiento ilegal; la toma de rehenes; los ataques contra la población civil o contra objetos civiles, así como contra el personal o bienes de las operaciones de paz de naciones unidas y de la acción humanitaria; el causar muertes, lesiones o daños incidentales excesivos; el ataque a lugares indefensos; el causar la muerte o lesiones a una persona fuera de combate; la utilización de modo indebido de una bandera blanca, o de una bandera, insignia o uniforme del enemigo o de naciones unidas, o bien de los emblemas distintivos de los Convenios de Ginebra; la violación; la esclavitud sexual; el embarazo forzado, y el desplazamiento de civiles. 

Ucrania, con ocasión del comportamiento de alguno de sus soldados, ha anunciado que investigará los casos de presunto maltrato a prisioneros de guerra rusos y que emprenderá acciones legales contra los soldados si se prueba su culpabilidad, informa la agencia Reuters. Así lo aseguró el general de brigada Oleksandr Kyrylenko, subjefe del Estado Mayor ucraniano.

Esta declaración sale al paso de un vídeo difundido el pasado domingo por Telegram en el que se ve a miembros de las Fuerzas Armadas ucranianas disparando a las piernas de tres soldados rusos reducidos, atados e indefensos. En las imágenes puede verse a otros siete prisioneros rusos con heridas de bala en las piernas.

Oleksiy Arestovych, asesor personal del presidente Volodímir Zelenski, declaró en una entrevista que se trata de «un comportamiento inaceptable, un crimen de guerra». Su compatriota Valerii Zaluzhnyi, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, fue menos contundente en su condena y contribuyó a sembrar aún más la duda en una guerra ya marcada por las fakes news de ambos contendientes: «Rusia está filmando y distribuyendo montajes» con el objeto de desacreditar a Ucrania, aseguró. Las imágenes han sido investigadas por medios de diversa índole, desde la BBC al sensacionalista Bild, y se le otorgan un alto grado de credibilidad.

La localización fue rápidamente determinada gracias al trabajo de los internautas. Los hechos tuvieron lugar el pasado sábado en una granja de Molaya Rohan, una pequeña localidad al sureste de Járkov que primero fue ocupada por los rusos y luego recuperada por el ejército ucraniano. Unos 30 soldados rusos fueron apresados en la operación. Los artífices de este efectivo contraataque fueron la 92ª Brigada Mecanizada de las fuerzas regulares y miembros del batallón Azov, un grupo paramilitar neonazi. Por sus insignias puede identificarse a personas de ambos grupos en el ensañamiento contra los prisioneros rusos.

La difusión de las imágenes no ha surgido únicamente de cuentas prorrusas. La intención no era ocultarse: también desde Ucrania se ha compartido el vídeo y no para condenar los hechos sino para celebrarlos. «Los canallas que bombardearon Járkov han caído prisioneros. No los envidiamos», decían en una publicación de Telegram.

«Estamos examinando con cuidado todas las informaciones que nos llegan», explicó el general Kyrylenko. «Si resulta que hay maltrato a prisioneros de guerra, los responsables afrontarán consecuencias. Los rusos deberán hacer lo mismo», agregó. «Quiero recordar a nuestras fuerzas militares, civiles y de defensa que el abuso de prisioneros es un crimen de guerra que no tiene amnistía bajo la ley militar», advirtió, por su parte, Arestovych.

El vídeo ha tenido una enorme repercusión porque es la primera vez que se habla de crímenes de guerra por parte de Ucrania, la nación invadida. Los atribuidos al bando ruso se han señalado profusamente desde las primeras horas del conflicto. De hecho, la Corte Penal Internacional abrió una investigación el pasado 2 de marzo para dilucidar si puede acusarse a Vladimir Putin de crímenes de guerra.

Tras el primer mes del conflicto en Ucrania, las denuncias sobre crímenes de guerra por parte rusa pasan de la hipótesis a la ratificación por parte de organizaciones de derechos humanos y gobiernos occidentales. La ONU señaló este 25 de marzo que el elevado número de víctimas civiles y la magnitud de destrucción indican que se ha violado el Derecho Internacional Humanitario y cometido crímenes de guerra. La Unión Europea y Estados Unidos también apuntan a delitos de lesa humanidad a manos del Ejército ruso.

Ataques indiscriminados, muertes de civiles, incluidos mujeres y niños, y bombardeos contra escuelas y hospitales son algunos de los delitos de los que el Gobierno ucraniano, las organizaciones humanitarias y Occidente acusan a Moscú.

Desde que el Kremlin lanzó la guerra a gran escala contra su vecino el pasado 24 de febrero, han sido varias las voces que han señalado agresiones de lesa humanidad, pero en los últimos días las denuncias han tomado fuerza a medida que aumentan los asaltos contra la población civil y las organizaciones confirman las consecuencias en las zonas más asediadas.

La Organización de Naciones Unidas indica que en el territorio ucraniano se están utilizando armas de gran impacto en y cerca de áreas densamente pobladas por civiles. Son numerosos los bombardeos y disparos de artillería que han impactado contra viviendas, hospitales, escuelas y edificaciones donde los ciudadanos se resguardan.

Ante este panorama se están violando «los principios de distinción y proporcionalidad», así como la prohibición de ataques indiscriminados y la norma básica de tomar todas las precauciones posibles para que esto no ocurra, destacó Bogner.

Este 25 de marzo, la representante de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en territorio ucraniano, Matilda Bogner, apuntó directamente a la ejecución de crímenes de guerra.

«La magnitud de las víctimas civiles, así como el daño contra objetos civiles sugieren de manera muy clara la violación del derecho humanitario internacional en ataques indiscriminados», sostuvo Bogner.

La funcionaria de la ONU también subrayó que desde que empezó el conflicto, que Rusia denomina “operación militar especial”, Naciones Unidas ha recibido informaciones sobre el asesinato por disparos «sin advertencia previa» por parte de los militares del Kremlin contra civiles cuando intentaban huir en sus vehículos, así como contra manifestantes en protestas pacíficas.

La idea principal del DIH y del DICA es proteger a los no combatientes en el marco de un conflicto bélico. Esto no se limita a la población civil, sino que también incluye a los soldados enemigos que hayan depuesto las armas, a los capturados, heridos, enfermos… La Convención incluye una larga lista de prohibiciones con una finalidad: fijar unos límites a la barbarie de la guerra.

Así, con todo lo desarrollado en estos artículos, siendo este el último sobre Derecho Internacional, podemos preguntarnos qué cóño es eso de respeto a «los usos y costumbres de la guerra»; esto sólo da como resultado un mal endémico menor, normalizar una situación de barbarie; debemos respondernos que las situaciones de guerra son auténticas barbaridades desde todo punto de vista. A lo que hay que tener respeto es a la humanidad y al mundo civilizado, a la civilización.

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