La gran meretriz de Margarita Robles.

En primer lugar, Emilio Campmany decia no hace mucho tiempo, respecto a esta inclita que dedicarse a la política exige tragarse un sapo cada mañana. Quienes prefieren dimitir a la primera ocasión en que se ven obligados a participar en una decisión que no les gusta no suelen llegar muy lejos. Los que ascienden lo hacen a menudo a base de eso, de tragar sapos. Además, en la política española se premian los desayunos de batracios con cargos de relumbrón el día en que el político abandona la primera línea.

En el Gobierno, que ha decidido en Consejo de Ministros indultar a los golpistas catalanes, hay tres jueces. Nadie duda de que ni Juan Carlos Campo ni Fernando Grande-Marlaska, después de tantos sapos digeridos, tendrán inconveniente en engullir otro más del tamaño que tiene éste. Y, en consecuencia, serán debidamente premiados cuando, quiera Dios que muy pronto, dejen de ser ministros. Pero ¿y Margarita Robles? Esta magistrada firmó en 2012 un manifiesto con ciento y muchos compañeros en contra de un indulto a favor de unos policías autonómicos catalanes condenados por torturas. Si aquello fue, según la juez, una afrenta al Poder Judicial, estos que se propone Sánchez son además una ofensa a la nación. No cabe la menor duda de que la noble jurista que sin duda es la ministra de Defensa, número uno de su promoción, estará valorando cuánta indignidad para su persona, su trayectoria y su profesión acarreará formar parte del Consejo de Ministros que apruebe el ignominioso decreto de indulto. La única forma que tiene de evitarlo es dimitiendo antes, incluso en el mismo Consejo de Ministros en el que vaya a aprobarse.

Sabe la ministra que, si lo hace, perderá toda oportunidad de llegar a alto cargo judicial alguno que no dependa exclusivamente de su antigüedad en la carrera. Y que verá truncadas sus legítimas aspiraciones de alcanzar la cúpula del Poder Judicial. Podría ausentarse del Consejo con cualquier pretexto, pero eso añadiría a la ignominia la cobardía y de todas formas no evitaría el castigo. También puede disculparse a sí misma diciéndose que la decisión es sólo de Sánchez. Pero no es así. Es el Consejo de Ministros el que aprueba el decreto de indulto. Y si lo hace siendo ella ministra de Defensa (¡de Defensa!), será inevitablemente corresponsable de la decisión. Todos piensan que lo normal es que no rechiste, trague y se siente a esperar el día en que sea presidenta del Tribunal Constitucional. ¿Seguro?

Margarita Robles no es cualquier cosa en este asunto de los indultos. Es juez. Y como tal se ha manifestado en contra de entender la institución como una decisión arbitraria del Gobierno en la que basta cumplir con los requisitos formales. El oprobio que el indulto a los golpistas implica es tan grosero que no hay forma de mirar hacia otro lado. De modo que, de participar en la infamia, su dignidad quedaría indeleblemente manchada. Ha de elegir entre el deshonor, y mantener incólumes sus aspiraciones, y la decencia, sacrificando así su futuro. De casi todos los que se dedican a la política se puede apostar sobre seguro que elegirían, puestos en la misma tesitura, lo primero. De Margarita…

En segundo lugar, aún con el silencio de la opinión de los principales medios de comunicación, Margarita está pringada hasta las cejas en el caso Royuela que, lejos de intentar aclarar remitiendo la correspondiente querella criminal por calumnias e injurias contra los que afirman semejantes delitos, se recibe, no sólo la callada por respuesta sino, incluso, la defensa intemorata de medios de comunicación de los más importantes del país.

Veamos varios de los casos:

1.- Margarita Robles y el fiscal Mena, manuscrito

2.- Margarita Robles haciendo referencia a un falso informe atribuido al CNI, según denuncia ACODAP

3.- El juez acorrala a Margarita Robles.

4.- ACODAP exige la detencion inmediata de margarita robles ha sacado de espana mas de 6 millones de euros

5.-Anticorrupción propuso al Supremo el archivo de la denuncia contra Robles que se ha hecho viral

6.- La Fiscalía investiga a Margarita Robles por sus cuentas en paraísos fiscales y lo envía al Tribunal Supremo.

Esto es solamente un botón de muestra de esta sinverguenza que los medios de comunicación callan como las meretrices de las casas de lenocineo en las que Margarita y su séquito me recuerda a «LA PUTA DE BABILONIA». Fernando Vallejo, 2007, Seix Barral

«La puta, la gran puta, la grandísima puta, la santurrona, la simonìaca, la inquisidora, la torturadora, la falsificadora, la asesina, la fea, la loca, la del santo oficio y el ìndice de libros prohibidos, la de las cruzadas y la noche de san Bartolomé, la que saqueò Constantinopla y bañó de sangre a Jerusalèn, la que exterminò a los albigenses y a los veinte mil habitantes de Beziers, la que arrasò con las culturas indìgenas de Amèrica, la que quemó a Segarelli en Parma, a Juan Hust en Constanza y a Giordiano Bruno en Roma, la detractora de la ciencia, la enemiga de la verdad, la adulteradora de la historia, la quemadora de herejes y brujas, la estafadora de viudas, la cazadora de herencias, la vendedora de indulgencias, la que inventò a Cristoloco el rabioso y a Pedropiedra el estulto, la que promete el reino soso de los cielos y amenaza con el fuego eterno del infierno, la que amordaza la palabra y aherroja la libertad del alma, la que reprime a los demás religiones donde manda y exige libertad de culto donde no manda, la que nunca ha querido a los animales ni les ha tenido compasiòn, la oscurantista, la calumniadora, la reprimida, la represora, la mirona, la fisgona, la contumaz, la relapsa, la corrupta, la hipòcrita, la paràsita, la zángana, la antisemita, la esclavista, la homófoba, la misògina, la carnívora, la carnicera, la tartufa, la mentirosa, la insidiosa, la traidora, la despojadora, la ladrona, la manipuladora, la depredadora, la opresora, la pèrfida, la falaz, la rapaz, la felona, la aberrante, la estulta, la imbécil, la estùpida, la travestida, la mamarracha, la maricona, la autocràtica, la despòtica, la tirànica, la catòlica, la apostòlica, la romana, la jesuìtica, la dominica, la del opus dei, la concubina de Constantino, de Justiniano, de Carlomagno, la solapadora de Mussolini y de Hitler, la ramera de rameras, la meretriz de las meretrices, la puta de Babilonia, la impune bimilenaria tiene cuentas pendientes conmigo desde mi infancia y aquì se las voy a cobrar».

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